Sub20: Colombia, Paraguay y Grecia casi adentro

GAZIANTEP, Turquía (AP) — Un culto a la defensa. Colombia, Paraguay y Grecia podrían desplegar esa táctica porque con solo empatar el viernes se habrán clasificado a los octavos de final de la Copa Mundial Sub20, en la que México corre el riesgo de ser eliminado.

Otros que aspiran a más son El Salvador y Turquía, que avanzarían con una victoria en el cierre de la primera fase de grupos en los que el suspenso podría mantenerse más allá de la última jornada.

México, si le gana a Malí en Gaziantep, es uno de los que quizás tenga que esperar hasta el sábado, cuando podría dilucidarse si tres puntos le son suficientes para entrar entre los cuatro mejores terceros. Los dos mejores primeros se clasifican sin vueltas.

Por el Grupo C, Colombia enfrenta a El Salvador también en Gaziantep, ciudad fronteriza con una Siria envuelta en una guerra civil, y Australia lo hará ante Turquía en Trabzon, que además será escenario del partido Grecia-Paraguay por el Grupo D, en el que figuran México y Malí.

Colombia encabeza su llave con cuatro puntos; Turquía y El Salvador tienen tres y Australia uno. Paraguay y Grecia comparten el liderato del otro grupo con cuatro unidades; Malí cosechó dos y México ninguna. Paraguayos y turcos se vienen sacando chispas porque además la diferencia de goles, que define la posición en caso de empate en puntos, es igual para ambos: dos a favor y uno en contra.

Colombia viene de frustrar la fiesta del local Turquía al vencerlo 1-0 con gol del centrocampista Juan Fernando Quintero, volante del Pescara italiano y en ese partido la figura de la cancha.

El Salvador también dio un batacazo al vencer a 2-1 a Australia con goles de Diego Coca y José Peña en lo que fue el mejor resultado para ese país centroamericano en competiciones bajo la órbita de la FIFA.

Es la primera vez que El Salvador participa en un Mundial Sub20 y las dos veces que lo hizo en Copas Mundiales a nivel selección mayor (México 1970 y España 1982) perdió todos los partidos.

El técnico de la “Azulita”, Mauricio Alfaro, dijo que un pase a la segunda ronda sería un gran estímulo para el fútbol salvadoreño.

“Cada día creo que el fútbol salvadoreño va a ir en ascenso, ojalá podamos clasificar porque eso va a ser muy esencial para nuestro fútbol”, destacó el “Tuco” Alfaro, uno de los legionarios del Mundial de España en un equipo donde descollaba el “Mago” Jorge González.

Paraguay y Grecia podrían jugar al empate porque se irían a cinco puntos cada uno. Y por más que los alcance Malí, si es que le gana a México, esa cosecha de unidades es más que suficiente para avanzar entre los mejores terceros.

Lo de México, por su parte, es muy simple: Llega pero no convierte, desnuda falencias defensivas cuando lo atacan y pese a haber arribado como favorito perdió sus dos partidos: 2-1 con Grecia y 1-0 con Paraguay. Su anemia ofensiva con un Jesús Corona muy desdibujado se ve reflejada en que su único gol fue un tiro libre del centrocampista de los Tigres Jorge Espericueta.

Es probable que con Malí, Espericueta vuelva a ser la carta de gol, ya que ante Paraguay volvió a lanzar un tiro libre que esta ve dio en el travesaño.

“Malí tiene grandes jugadores. Tratan bien el balón. Se les ve bien, tienen jugadores de calidad. Pero teniendo la posesión del balón y estando unidos, se les puede ganar”, dijo Espericueta. “Si queremos ganar lo vamos a conseguir, pero hay que quererlo, convencernos de que se puede, y poner todo el empeño”.

Su técnico, Sergio Almaguer, dijo que su equipo se ha plantado en clara posición ofensiva, pero reconoció errores tanto en la definición como en el control de la pelota.

“Esta selección tiene un sello porque es agresiva, busca el marco rival, sin embargo, no hemos concretado”, dijo Almaguer. “También hemos fallado en la recuperación del esférico y hemos perdido más pelotas de lo normal. Pero estamos trabajando en mejorar y es algo muy importante porque cuando fallas en algún aspecto trae desconfianza”.

México necesita ganarle a Malí, que a su vez tiene que hacer lo propio para meterse en la segunda ronda.

O sea, un duelo entre necesitados.

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