MOSCU (AP) — El fabricante ruso de armas MiG anunció el viernes que piensa firmar un nuevo acuerdo con Siria para enviarle por lo menos 10 cazas de combate, mientras arrecian las críticas internacionales contra los acuerdos armamentistas rusos y el presidente sirio Bashar Assad.
El director general de MiG, Sergei Korotkov, dijo a agencias noticiosas rusas que una delegación siria visitó Moscú para negociar los términos y plazos de un nuevo contrato para la entrega de cazas MiG-29 M/M2 a Siria. Korotkov agregó que Damasco quiere adquirir “más de 10” cazas, pero no precisó el número.
La importancia de sus declaraciones no quedó clara del todo. Un vocero de MiG se abstuvo de opinar sobre la versión de Korotkov, que podría haberse referido al acuerdo negociado con anterioridad por la empresa con Siria y que al parecer ha quedado en suspenso debido a los dos años de guerra civil en ese país árabe.
Más de 70.000 personas han muerto en la guerra civil y millones de sirios han huido del país.
Moscú ha enviado miles de millones de dólares en cohetes, cazas de combate, tanques, artillería y otros pertrechos militares a Siria en las últimas cuatro décadas. Siria es ahora el único aliado incondicional de Rusia en el Medio Oriente y cuenta con la única base naval que tiene Moscú fuera de la antigua Unión Soviética.
Rusia ha protegido a Assad de las sanciones de la ONU y ha seguido aportando a su régimen armas de todos los tipos, pese al alzamiento popular que comenzó en marzo de 2011.
Los medios de comunicación rusos dijeron que hace unos años Siria ordenó 12 cazas MiG-29 M2 con la posibilidad de adquirir otros 12. El Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo dijo que Rusia pensaba vender a Siria 24 aviones.
El MiG-29 M2 es una versión mejorada del caza de combate bimotor MiG-29, el caballo de batalla de la fuerza aérea soviética y rusa desde mediados de la década de 1980. Siria tiene unos 230 cazas del modelo original.
Rusia dijo que sólo suministra a Assad armas para proteger a Siria de una invasión extranjera, como baterías antiaéreas de cohetes y no armas que podrían ser usadas en la guerra civil.
Empero, la entrega de los MiGs parece contradecir esa afirmación y podría someter a Rusia a las críticas mundiales, por lo que el Kremlin podría pensarlo dos veces antes de realizar el envío.
En otro acuerdo reciente con Damasco, una empresa rusa firmó un acuerdo sobre aviones de entrenamiento Yak-130 que podrían ser usados además para atacar unidades de infantería, aunque quedó congelado debido a la guerra civil.