NACIONES UNIDAS (AP) — El primer mensaje del presidente iraní a los líderes mundiales careció de retórica anti-israelí y propuso negociaciones a Estados Unidos y sus aliados sobre el disputado programa nuclear de su país, proyectando una faz más moderada del régimen de Teherán.
Sin embargo, el presidente iraní Hasan Ruhani también reiteró críticas a Estados Unidos y occidente el martes, como han sido características de sus predecesores en las reuniones anuales de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
De todos modos el discurso de Ruhani señaló el retorno de Irán a un enfoque más mesurado en su política exterior.
Karim Sadjadpour, un experto sobre Irán en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional en Washington, no opinó que el discurso de Ruhani fuese conciliatorio. Pero agregó que su predecesor, Mahmud Ahmadineyad, careció totalmente de comportamiento digno mientras que Ruhani pronunció un discurso menos divisivo.
“Dado lo virulento del lenguaje de Ahmadineyad, por contraste aparece moderado”, agregó.
Incluso en una entrevista con CNN el miércoles, Ruhani dijo que “el crimen que los nazis perpetraron contra los judíos es reprensible y condenable”.
Por el contrario, Ahmadineyad calificó alguna vez el genocidio judío como “mito” y agregó que se necesitaban más investigaciones para determinar si realmente ocurrió.
Y aunque Ruhani habló del sojuzgamiento de los palestinos, también concluyó su discurso con referencias no solamente al Corán y la Biblia, sino también a la Torá.
Sin embargo la delegación israelí se retiró de la sala mientras hablaba el presidente iraní, y el ministro israelí de asuntos estratégicos e inteligencia, Yuval Steinitz, calificó su retórica como “un juego de engaño”.
“Ruhani vino hoy aquí para engañar al mundo”, dijo Steinitz a la prensa en una conferencia de prensa en la ONU organizada apresuradamente después del discurso de Ruhani. “Y lamentablemente mucha gente está dispuesta a dejarse engañar”.
Sin embargo, en un mensaje de texto enviado a la prensa, el ministro de finanzas Yair Lapid afirmó que la instrucción del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a los delegados israelíes de que se retirasen de la sala durante el discurso iraní era un “error”, dando la impresión de que Israel no estaba interesado en apoyar una solución pacífica al programa nuclear de Irán.
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El periodista de Associated Press Ali Akbar Dareini en Teherán, Irán, contribuyó a este informe.