BUENOS AIRES (AP) — La selección nacional de fútbol de Argentina regresó a su país el lunes y fue recibida por miles de hinchas que celebraron su valiente actuación en la final de la Copa del Mundo.
El equipo llegó a Buenos Aires el lunes por la mañana en un avión pintado con las imágenes de los jugadores y un enorme cartel que decía: “Gracias Argentina”. Un río de hinchas emocionados luciendo las camisetas albicelestes de la selección nacional —entre ellos un grupo de gauchos a caballo— inundó la carretera desde el aeropuerto hasta el complejo de la federación de fútbol.
“Demostraron que con garra, con pasión, dejando todo lo que uno tiene y más también adentro de la cancha se puede lograr triunfos”, dijo la presidenta Cristina Fernández al recibir a los miembros del equipo en el complejo.
“Ustedes han brindado un ejemplo y han vuelto han generar valores que los argentinos creíamos olvidados, rodeados siempre de triunfalismo— y de que es primero el que gana. No, se es primero también cuando se pone todo lo que se tiene, cuando se tiene calidad y cuando se logra juntarse con el otro para salir adelante”, afirmó Fernández.
“Por eso quería recibirlos y en nombre de los 40 millones de argentinos darles las gracias por todo el orgullo que nos hicieron sentir”.
Los dos veces campeones mundiales llegaron a la disputa del cetro considerados el contendiente más débil, luego de la paliza de 7-1 propinada por Alemania al anfitrión Brasil. Pero pese a quejas de una actuación deslucida en el torneo, el equipo del astro Lionel Messi mostró firmeza de carácter en su derrota de 1-0 contra los alemanes, defendiendo férreamente y creando varias oportunidades de anotar.
“Quisiera agradecer a la gente. Me hubiese gustado traerles la copa y disfrutarla. Lo intentamos, lo dimos todo y no se pudo”, dijo Messi, que fue elegido el mejor jugador del torneo. “Pero creo que a pesar de eso le dimos una gran alegría al país.”
Argentina había jugado por última vez una final en la Copa del Mundo de 1990, cuando perdió 1-0 ante Alemania Occidental. Cuatro años antes, ganó su segundo título, venciendo a los alemanes gracias a la magia de Diego Maradona.
Tras la final del domingo, miles de hinchas entristecidos se congregaron en el icónico Obelisco de Buenos Aires para aplaudir el mejor resultado de su selección en Copas Mundiales en 24 años. Los automovilistas hicieron sonar sus bocinas, se lanzaron fuegos artificiales y fanáticos de todas las edades saltaban gritando. “¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina!”.
Más tarde en la noche, episodios de violencia obligaron a la policía antidisturbios a intervenir usando gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a un grupo de vándalos que lanzó piedras, rompió aparadores y lámparas y se introdujo a un teatro. Familias que acudieron a celebrar salieron del lugar atemorizadas.
El secretario de Seguridad Nacional, Sergio Berni, dijo que 120 personas fueron arrestadas. El servicio médico de emergencias dijo el lunes que 70 personas, entre ellas 15 agentes policiales, recibieron tratamiento por heridas.
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Débora Rey y Leonardo Haberkorn contribuyeron con este despacho.
