NUEVA YORK (AP) — A primera vista, Dexter Morgan parecía tener una vida bien ordenada, incluido su historial de asesino en serie. Pero a fin de cuentas se volvió insostenible.
A medida que “Dexter” llega a su último capítulo, que se transmitirá el domingo a las 9 p.m. hora del este por Showtime, el personaje del actor Michael C. Hall ya no acata estrictamente el código que había establecido su padre adoptivo al advertir que su propio hijo quería matar.
Dexter debía matar sólo a asesinos que pudieran cometer otro homicidio y no dejar ninguna pista.
El recurso de la narrativa hizo posible que el televidente tolerara, e incluso que le gustara, un personaje que hacía cosas reprobables.
“Dista tanto de lo que viví con él al principio”, dijo Hall durante el almuerzo unas semanas después del rodaje del 96to y último episodio de la serie que comenzó en 2006.
“(Dexter) es el mismo personaje, pero en muchos aspectos, es una persona diferente”, manifestó Hall. “Cuando le conocimos había compaginado perfectamente el asesinato eficaz y su convicción de que es incapaz de sentir una auténtica emoción humana. Pero toda esa idea se derrumba, lenta pero inevitablemente”, apuntó.
Sin que los guionistas desafiaran al auditorio, “Dexter” corrió el riesgo de convertirse en un homicida sin imaginación que sólo cometía el asesinato de la semana.
Dexter puso a prueba sus límites al final de la cuarta temporada cuando su esposa, Rita, fue asesinada, y en la sexta temporada cuando su media hermana, Debra (su ex esposa Jennifer Carpenter en la vida Real) lo vio acuchillar a alguien en el pecho.
“Siempre pensé que sería más interesante desafiar el afecto del público por el personaje y meterlo en un predicamento”, dijo Hall.
Expresó su aprecio por quienes dicen que les gusta su actuación en “Dexter”, algo muy distinto a quienes dicen que les gusta Dexter, aunque Hall tiene sus propias teorías sobre esos fans.
“Vivimos en un mundo en el que cada vez sentimos más que no tenemos el control… Dexter controla su universo y eso es muy atractivo para algunos”, explicó. “Todos tenemos un sentido de injusticia en el mundo, y Dexter representa exactamente cierta forma de justicia dentro de sus propios confines”.
Por supuesto, añadió, “quizá no sea así de profundo. Tal vez la gente tiene impulsos homicidas que no lleva a cabo y disfruta que alguien lo haga impunemente”.
“Dexter” ha calado con fuerza en el gusto del público. El nivel de audiencia es más alto que nunca en la octava y última temporada.
Es un patrón familiar para muchas series de cable que han recibido grandes elogios y cuya audiencia aumenta a medida que nuevos admiradores descubren los programas y los disfrutan mientras están en transmisión.