TOLUCA, México (AP) — México, Estados Unidos y Canadá prometieron el miércoles trabajar para expandir las relaciones comerciales que han forjado tras dos décadas de un acuerdo comercial trilateral y fortalecer la relación que permita a Norteamérica continuar como una de las regiones más competitivas.
Los presidentes estadounidense Barack Obama y mexicano Enrique Peña Nieto, junto con el primer ministro canadiense Stephen Harper, concluyeron una cumbre en la que también se planteó que una manera de sostener las ventajas competitivas de la región implica un mayor acercamiento a otras regiones como Asia y el Pacífico.
La reunión de unas cuantas horas se lleva a cabo durante un año en que los tres gobiernos, junto con otros nueve países de América y Asia, buscan avanzar en las negociaciones del llamado Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés).
“Nosotros lo aprobaremos si es un buen acuerdo”, dijo Obama, pese a que en Estados Unidos el TPP ha recibido oposición incluso entre miembros de su propio partido demócrata.
La cumbre de los líderes ocurre tras cumplirse 20 años de la entrada en vigor del tratado de libre comercio de América del Norte, que si bien fortaleció los intercambios ha tenido resultados mixtos sobre todo para México, donde no se cumplieron algunas expectativas, como la reducción de la brecha salarial con su vecino Estados Unidos o la reducción de los niveles de pobreza.
Datos del gobierno mexicano señalan que los tres países de Norteamérica generan un producto interno bruto combinado de 20 billones de dólares, cerca de 30% del Producto Interno Bruto mundial. El comercio trilateral se ha incrementado 265,4% en las últimas dos décadas, de acuerdo con la cancillería mexicana.
Peña Nieto y Harper hicieron eco de Obama en la necesidad de expandir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte hacia Asia y el Pacífico.
El primer ministro canadiense aseguró que está dedicado a que esas negociaciones lleguen a una “conclusión exitosa”.
El mandatario mexicano agregó que así como México, Estados Unidos y Canadá se unieron hace 20 años en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy “estamos obligados a ir más allá y potenciar juntos los avances de cada uno de nuestros países”.
Expertos sostienen que el TLCAN, tal como fue firmado hace dos décadas, no considera nuevas realidades de la globalización. Pero más allá de reabrir o renegociar el tratado, los tres países apuntan a completar el TPP para que incluya aspectos no tocados en el acuerdo trilateral.
Adolfo Laborde, director del Bachelor in International Relations de la institución privada Tecnológico de Monterrey, dijo el miércoles a The Associated Press que la competitividad que buscan los tres países sólo puede lograrse a través de un acuerdo como el TPP y no el TLCAN, que en su momento fue negociado exclusivamente sobre el comercio de ciertos productos.
Consideró que “abrir el TLCAN es meterse en problemas” con varios sectores, por lo cual apuntan a avanzar en el TPP, que va más allá del comercio y espera tocar otros temas como propiedad intelectual
Peña Nieto dijo que los tres líderes acordaron desarrollar un plan de trabajo enfocado en la competitividad que incluirá la creación de un programa de transporte de Norteamérica que permita incrementar el comercio, además de simplificar los requisitos aduaneros y facilitar el tránsito de personas.
A pesar de las coincidencias sobre comercio y competitividad, entre los tres socios hay elementos que no han avanzado como esperaban, como la migración y un gasoducto de Canadá hacia Estados Unidos.
México se ha mantenido atento al avance en una reforma migratoria en Estados Unidos, aunque la perspectiva de que sea aprobada este año son ya pocas luego de que varios representantes republicanos han manifestado su reticencia.
Sin embargo, Obama aseguró el miércoles que “la reforma de migración se mantiene como una de mis más altas prioridades”.
Para Canadá, un elemento de frustración con Estados Unidos ha sido el oleoducto Keystone XL que permitiría transportar crudo del oeste de Canadá a lo largo de 1.897,3 kilómetros (1.179 millas) hasta Nebraska, donde los actuales ductos lo llevarían a refinerías en Texas.
Canadá lleva años presionando a Estados Unidos para que apruebe el oleoducto.
Obama defendió el miércoles el largo proceso que Estados Unidos está utilizando para decidir si aprobará la construcción.
Varios grupos ambientalistas se oponen a su construcción y Obama ha dicho que no lo autorizará si incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque la reunión estuvo enfocada en los tres países, la situación en Venezuela y Ucrania tuvo eco en Toluca, donde Obama dijo que era “inaceptable” lo que sucedía en ambos países.
Al término de la cumbre, el mandatario estadounidense llamó a liberar a los manifestantes detenidos en Venezuela y pidió a las autoridades venezolanas a involucrarse en un verdadero diálogo con la oposición.
Peña Nieto recibió a sus colegas en un momento en el que goza del reconocimiento internacional por haber impulsado diversas reformas en su primer año de gobierno, incluida una histórica modificación en materia energética que permitirá por primera vez en siete décadas la inversión extranjera en la exploración y producción petrolera, un tema de interés para Estados Unidos y Canadá.
Tanto Obama como Harper reconocieron a Peña Nieto por el avance de las reformas.