LOS ÁNGELES (AP) — Donald Sterling solía alentar a su equipo sentado en la butaca que se ubica justo a un lado de la línea que delimita la mitad de la cancha. Ocupó durante décadas ese lugar, ya fuera con su esposa, de la que se encuentra ahora separado, o con jovencitas que hubieran podido ser sus nietas.
Antiguos integrantes de los Clippers de Los Ángeles dicen que el dueño del equipo solía entrar a los camerinos, lo mismo para reprender a los jugadores que para elogiarlos en forma desmedida. De acuerdo con un testimonio presentado en una demanda interpuesta por un ex gerente general tras su despido, Sterling podía también llegar a los vestuarios con invitados, a quienes pedía prestar atención a los “hermosos cuerpos negros” de los jugadores.
La persona que más tiempo lleva como propietaria de un equipo de la NBA figura entre las menos exitosas en la historia del basquetbol. Durante el primer cuarto de siglo de su gestión, los Clippers acumularon la peor foja de todo el deporte profesional de Estados Unidos y Canadá.
Sterling ha despedido a entrenadores leales, ha librado batallas judiciales con ejecutivos que le prestaron servicio durante años y ha criticado públicamente a los jugadores que no quieren permanecer en el equipo.
Y todo eso es apenas lo que ha hecho cuando todo el mundo puede verlo.
Sus adversarios dicen que las declaraciones racistas atribuidas a Sterling y publicadas el fin de semana por TMZ reflejan una parte del magnate de los bienes raíces. Afirman que muchos han tratado de ignorar o matizar ese lado oscuro durante años.
“Me hace sonreír que finalmente él sea incapaz de negar las acusaciones de racismo que se le imputan”, dijo Carl Douglas, abogado que representó al exgerente de los Clippers, Elgin Baylor, en una demanda contra Sterling.
“Es un tipo que, siendo el dueño, se sienta al lado de la línea de la media cancha”, recalcó Douglas. “Ningún otro dueño hace eso. Tiene un ego del tamaño del Gran Cañón”.
Sterling ha enfrentado numerosos cargos federales de violaciones a los derechos civiles y discriminación racial en sus empresas, y ha hecho declaraciones polémicas sobre el tema, bajo juramento, antes de alcanzar arreglos extrajudiciales por muchos millones de dólares. Exempleadas lo han demandado por acoso sexual y varios documentos en las cortes retratan las inclinaciones personales de Sterling.
Baylor, una figura de la NBA que fungió como gerente general de los Clippers durante 22 años, abandonó la franquicia enemistado con Sterling, a quien demandó sin éxito por considerar que lo había discriminado por su raza y edad.
Baylor, quien es negro, dijo que Sterling tiene una “mentalidad digna de las plantaciones” de esclavos cuando analiza el desempeño de los Clippers. Observa un equipo de “pobres chicos negros del sur, que juegan para un entrenador blanco”, comentó.
“Cuando oí esa voz (en las grabaciones de TMZ), hubo una reacción visceral”, dijo Douglas, quien solicitó que Sterling declarara durante el proceso en que se atendía la demanda de Baylor. “Reconocí su ponzoña en esa voz”.
El nuevo y bochornoso capítulo protagonizado por Sterling podría derivar en que abandone la NBA al menos en el mediano plazo. Varios de los principales patrocinadores de los Clippers revocaron o replantearon el lunes sus contratos, incluyendo State Farm, CarMax, Kia Motors America, Virgin America y Red Bull.
Pero en medio de la indignación nacional por los comentarios que supuestamente pronunció Sterling, el ex astro de la NBA Kevin Johnson hizo una pregunta que debe ser respondida por el comisionado Adam Silver y por los dueños de los distintos equipos.
“Queremos que él (Silver) nos proporcione una lista pormenorizada de las acusaciones de racismo hechas a Sterling y de por qué éstas nunca derivaron en una sanción por parte de la NBA”, dijo Johnson, a quien el escolta de los Clippers, Chris Paul, le pidió hablar en nombre de los jugadores sindicalizados del equipo. “Es nuestra responsabilidad averiguar la historia del señor Sterling y por qué no se impusieron sanciones”.
Las personas que conocían aunque fuera superficialmente algunos pasajes en la historia de discriminación y controversia que se atribuye a Sterling no se sorprendieron por las nuevas declaraciones.
Hijo de un comerciante, Sterling creció en el barrio Boyle Heights de Los Ángeles. Se cambió su nombre original de Donny Tokowitz, se graduó en derecho y comenzó a practicar en casos de divorcio y lesiones en 1961.
Invertía metódicamente sus ganancias para comprar bienes raíces en Los Ángeles. Se hizo famoso porque casi nunca vendía una propiedad.
Alentado por el dueño de los Lakers, Jerry Buss, Sterling pagó apenas 12 millones de dólares en 1981 para comprar los Clippers de San Diego, que se habían mudado de Búfalo tres años antes.
Su gestión fue excéntrica desde el comienzo. Ordenó estampar su rostro en carteles publicitarios y manifestó públicamente su esperanza de que los Clippers quedaran últimos para que pudieran reclutar a Ralph Sampson en el “draft”.
En la década de 1980, los jugadores afirmaban que sólo recibían sus cheques el viernes, después de que cerraban los bancos, probablemente para impedir que se fueran de juerga.
Sterling mudó abruptamente su franquicia a Los Ángeles en 1984, lo que le valió una multa de 25 millones de dólares, impuesta por la NBA, antes de que una contrademanda derivara en que la sanción se redujera.
Los Clippers comenzaron a jugar en la deteriorada Los Angeles Sports Arena y obtuvieron jugosas ganancias gracias a un benévolo contrato de arrendamiento.
Pese a su ubicación en un mercado glamoroso, los Clippers eran un equipo en el que difícilmente querían aterrizar los agentes libres. En 1994, cuando Ron Harper comparó su estadía en los Clippers con una condena en prisión, Sterling lo suspendió un partido sin goce de sueldo.
En otros casos, Sterling y su aseguradora pagaron 2,75 millones de dólares para llegar a un arreglo en una demanda federal por discriminación en temas de vivienda, tras un proceso en el que abundaron los testimonios escandalosos sobre las opiniones que tenía Sterling sobre los moradores de minorías en sus propiedades.
Historias parecidas emergieron en la demanda de Baylor.
Los comentarios grabados incluyen críticas a Magic Johnson, algo que indignó al superastro retirado de los Lakers y actual dueño de los Dodgers en el béisbol.
“Yo tenía amistad con él, y ahora él hace estos presuntos comentarios sobre mí… no hay cupo en nuestra sociedad para esto”, dijo Johnson el domingo a la cadena ABC.
Luego de tres décadas de tumbos y polémica, ocurrió algo extraño hace unas temporadas: los Clippers comenzaron a jugar bien.
Liderado por Paul y por el acrobático alero Blake Griffin, Los Ángeles ha conquistado dos títulos seguidos de la División del Pacífico, al ganar 113 encuentros en las últimas dos campañas regulares, las mejores en la historia de la franquicia.
Pero justo ahora, Sterling podría quedar marginado por siempre de su butaca al lado de la cancha. Se esperan actos de protesta y boicot en el Staples Center el martes por la noche, cuando el equipo reanuda su serie de playoffs ante los Warriors de Golde State.