Gigantesca explosión arrasa planta de Texas

WEST, Texas, EE.UU. (AP) — Los rescatistas buscaban sobrevivientes el jueves de una gigantesca explosión en una planta de fertilizantes de un pequeño poblado de Texas que dejó de cinco a 15 muertos y más de 160 heridos, al tiempo que demolió la planta y arrasó varias cuadras a la redonda.

La explosión en el centro de West, una comunidad agrícola a unos 32 kilómetros (20 millas) al norte de Waco, sacudió la tierra con la fuerza de un pequeño sismo y se pudo escuchar a decenas de kilómetros. Generó llamaradas enormes que ascendieron en el cielo nocturno y arrojó brasas ardientes y escombros sobre los aterrorizados residentes.

“Aún están extrayendo heridos y evacuando gente de sus casas”, dijo William Patrick Swanton, sargento de la policía de Waco, el jueves en la madrugada.

“En un momento dado, esto se convertirá en un operativo de recuperación, pero ahora seguimos en búsqueda y rescate”, agregó después.

Swanton dijo que las autoridades creen que entre cinco y 15 personas murieron a causa de la explosión, pero insistió en que es un cálculo muy preliminar. No hay indicios de que el siniestro sea algo más que un accidente industrial, agregó.

Entre los muertos figura al parecer un equipo de bomberos voluntarios de entre tres y cinco integrantes y un policía que acudieron a la planta West Fertilizer Co. en respuesta a un aviso de fuego poco antes de la explosión. Una tormenta eléctrica se extendía por la zona mientras el jueves por la mañana seguían buscando a los desaparecidos.

La explosión ocurrida hacia las 8 de la noche demolió una zona de cuatro cuadras en torno a la planta, que según el concejal Al Vanek quedó “totalmente diezmada”. Fueron destruidas de 50 a 75 casas, un complejo de apartamentos con unas 50 unidades que un policía estatal dijo quedó convertido en un “esqueleto”, una escuela secundaria y la residencia de ancianos West Rest Haven, de donde fueron evacuados 133 pacientes, algunos de ellos en silla de ruedas.

En las horas que siguieron a la explosión, los habitantes deambulaban por las calles oscuras y ventosas en busca de refugio. Entre ellas estaba Julie Zahirniako, quien dijo que ella y su hijo, Anthony, habían estado jugando en un campo de recreo escolar cerca de la planta cuando se produjo el estallido.

Su hijo se elevó 1,2 metros (cuatro pies) y se rompió las costillas. Ella vio gente que salía corriendo de la residencia de ancianos y el techo de la escuela elevándose hacia el cielo.

“El fuego estaba tan alto”, señaló. “El ruido era fuertísimo. La tierra y todo se sacudía”.

Otros testigos dijeron que el panorama se asemejaba al atentado de 1996 en Oklahoma City. Las autoridades indicaron que la planta fabricaba materiales parecidos a los que se usaron en la elaboración de la carga explosiva que demolió el edificio federal Murrah en esa ciudad.

Aunque las autoridades dijeron que pasará algún tiempo antes de conocer el número de muertos, indicaron que los heridos sumaban más de 160 el jueves en la madrugada.

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Los periodistas de The Associated Press Schuyler Dixon y Terry Wallace en Dallas, y Betsy Blaney en Lubbock, contribuyeron a este despacho.

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