GINEBRA (AP) — El Vaticano dio a conocer el martes por primera vez las estadísticas de cómo castigó a los sacerdotes acusados de violar y abusar sexualmente a niños, indicando que 848 sacerdotes fueron suspendidos de sus funciones y expulsados y otros 2.572 recibieron sanciones menores en la última década.
El Nuncio Apostólico de la Santa sede en Ginebra, el arzobispo Silvano Tomasi, dio a conocer las estadísticas durante el segundo día de interrogatorios por un comité de la ONU que vigila la adopción del tratado del organismo mundial contra la tortura.
Tomasi insistió que la convención es aplicable solamente en el Estado Vaticano. Aun así difundió estadísticas de cómo la Santa Sede adjudicó globalmente los casos de abusos sexuales y no disputó la aseveración del comité de que la violencia sexual contra los niños puede ser considerada una forma de tortura.
Según Tomasi, desde el 2004, más de 3.400 casos creíbles de abusos fueron referidos al Vaticano, incluyendo 401 casos en el 2013. Agregó que en la última década, 848 sacerdotes han sido suspendidos de sus funciones, y devueltos al estado laico por el Papa. Otros 2.572 fueron sentenciados a una vida de penitencia y oración u otro tipo de castigo, fórmula usada con frecuencia cuando el sacerdote es anciano o está enfermo.
Reconociendo el elevado número de sacerdotes sancionados con un castigo menor, Tomasi dijo que era una acción disciplinaria y que el acusado “es colocado en un lugar en el que no tiene contacto alguno con niños”.
La Associated Press indicó en enero que el entonces papa Benedicto XVI expulsó a 384 sacerdotes en los dos últimos años de su pontificado, según la documentación presentada por el equipo de Tomasi a otro comité de la ONU.
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Winfield contribuyó desde Roma.