A pesar de los escándalos que lo han afectado, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie cuenta con el respaldo inesperado de muchos hispanos a nivel nacional.
Tanto en Nueva Jersey como en otras localidades, los líderes de grupos minoritarios, generalmente aliados con los demócratas, han estado dispuestos a darle el beneficio de la duda al gobernador republicano.
Ello se debe en parte a que Christie ha mantenido una enérgica campaña para cortejar a las minorías. Apenas días antes de que estallara el escándalo sobre el cierre de un puente, supuestamente ordenado por sus subalternos por venganza política, Christie promulgó una ley para otorgar preferencias en el pago de matrículas universitarias a inmigrantes que se encuentren en el país ilegalmente y que residan en Nueva Jersey, lo que le valió aplausos de dirigentes hispanos.
La medida podría ahuyentar a los más conservadores en las filas republicanas en caso de que Christie se postule a la presidencia, pero ha situado al gobernador como uno de los líderes republicanos de mayor status entre los hispanos.
“Creo que todos tenemos que tomar un respiro y reflexionar”, dijo el reverendo Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional de Latinos Evangélicos, quien pronunció un discurso en la pasada Convención Demócrata. “No debemos emitir juicios antes de examinar los hechos. El gobernador Christie ha dicho que no sabía de ello, y hasta ahora no hay evidencia de lo contrario”.
Alfonso Aguilar, director ejecutivo del Latino Partnership for Conservative Principles (Alianza Latina por Principios Conservadores), sugirió que los demócratas están exagerando las acusaciones contra Christie porque le temen como candidato de cara a las elecciones del 2016.
“Es que no veo dónde está el escándalo”, declaró Aguilar, afirmando que la popularidad de Christie entre los hispanos podría “cambiar el destino” para los republicanos.
Christie ha pedido disculpas y ha destituido a asesores debido a los enormes embotellamientos de tránsito causados por el cierre del puente, supuestamente orquestado por sus subalternos como venganza contra el alcalde de un pueblo de Nueva Jersey por haberse negado a dar su respaldo político a la campaña reelectoral del gobernador.
La Legislatura de Nueva Jersey está investigando el asunto. Otra alcalde demócrata en días recientes denunció que el gobierno de Christie se negó a otorgarle asistencia financiera para la reconstrucción tras la tormenta Sandy, porque ella no respaldó un proyecto de construcción.
No es que la comunidad hispana entera esté apoyando a Christie. E incluso aquellos que lo elogian por su cooperación con las minorías han dicho que sus opiniones podrían cambiar si surgen nuevas pruebas que sustancien las denuncias de abuso de poder. Pero los indicios son prueba de que Christie, comparado con otros dirigentes republicanos, cuenta con apoyo hispano de cara a las elecciones del 2016.
El candidato republicano en las últimas elecciones, Mitt Romney, obtuvo apenas el 27% del voto hispano. Al año siguiente, Christie captó aproximadamente la mitad del voto hispano en Nueva Jersey y ganó la reelección.
Estrategas republicanos, sin embargo, admiten que el partido debe mejorar su imagen entre las minorías si desea ganar la Casa Blanca.
“Estas elecciones nos han enseñado que las divisiones entre nosotros — sea por raza, por clase, por etnicidad, por situación económica o partido político — no son ni permanentes ni necesarias”, declaró Christie el martes poco después de juramentarse para su segundo periodo.
La ceremonia iba a tener lugar en la Ellis Island de Nueva York, el antiguo punto de entrada para millones de inmigrantes que vinieron a Estados Unidos a buscar un futuro mejor, pero el evento fue cancelado por mal clima.