LISBOA, Portugal (AP) — La Liga de Campeones enciende las alarmas en tres de las grandes selecciones europeas, que cruzan los dedos ante la final de Lisboa.
España, Portugal y Francia podrían ver seriamente alterados sus planes a escasos 20 días del arranque del Mundial de Brasil. El castigo físico con el que Real Madrid y Atlético de Madrid llegan al tramo decisivo de la temporada condiciona las horas previas al partido del sábado. Sin que todavía esté claro quien está disponible y quien no, porque los dos equipos esconden sus cartas.
Por nombre y peso, Portugal es la que más se juega con las dudas de los madridistas Cristiano Ronaldo y Pepe. En Francia, se trata de Karim Benzema. Mientras que España contiene la respiración por el hispano-brasileño del Atlético, Diego Costa. Los cuatro futbolistas arrastran problemas musculares que podrían apartarles del Mundial si arriesgan más de la cuenta.
Cristiano, por ejemplo, dijo el martes que estará disponible, pero el miércoles se le vio salir de una clínica madrileña tras pasar una revisión en su maltrecha pierna izquierda, que ya le privó de la final de Copa del Rey contra el Barcelona en abril. Pepe se dañó el gemelo izquierdo hace dos semanas y también es duda. Al igual que Benzema, lastimado en el abductor izquierdo.
Mención aparte merece el caso de Costa, que viajó a Belgrado para tratar su lesión en el muslo derecho con un revolucionario tratamiento de placenta de yegua.
“Diego Costa nos tiene en ascuas”, dijo el seleccionador español Vicente del Bosque, quien facilitará la lista de 23 convocados un día después de la final. “La medicina ha avanzado mucho, pero cada lesión tiene su tiempo mínimo. Veremos qué pasa”.
Tanto Carlo Ancelotti como Diego Simeone son técnicos que han sido futbolistas y saben lo que está en juego. Ambos reconocieron durante la semana que no alinearán jugadores en riesgo de lesión. Otra cosa es que puedan pelear contra el deseo de sus principales estrellas.
“Estoy convencido de que no es un partido para jugar al 80% y necesitamos jugar con gente que esté bien”, dijo Simeone sobre Costa, sin descartarlo de la titularidad.
“Para muchos de estos jugadores no es el último partido de la temporada”, reconoció Ancelotti sobre la cercanía del Mundial. “Podemos entender que un jugador no esté al 100%, pero si hay riesgo de lesión es mejor dejarlo fuera”.
Las dudas físicas están condicionando esta final europea inédita entre dos clubes de una misma ciudad. El único derbi madrileño en la Copa de Europa fue en las semifinales de 1959, en las que se impuso el Madrid de Alfredo Di Stéfano. Se espera que decenas de miles de madrileños visiten la cercana Lisboa para seguir el encuentro, que se disputa en el estadio de la Luz del Benfica.
El Madrid regresa a la final de la Copa de Europa después de 12 años de sequía continental con el objetivo entre ceja y ceja de sumar su ansiado décimo título. Mientras que el Atlético de Simeone, con un presupuesto cuatro veces inferior, aspira a su primera corona europea tras proclamarse campeón de Liga y asombrar a medio mundo con su fútbol de raza.
Madrid y Atlético se han enfrentado cuatro veces esta temporada con dos victorias madridistas, ambas en eliminatoria semifinal de Copa del Rey, un triunfo rojiblanco y un empate. En la campaña europea, el Atlético es el único club invicto de la competición y eliminó a Milan, Barcelona y Chelsea. Mientras que el Madrid, máximo realizador del torneo con 37 dianas, se deshizo de sucesivamente de los alemanas Schalke 04, Borussia Dortmund y Bayern Munich.
“No hay secretos para este partido”, dijo Ancelotti. “Los dos equipos se conocen muy bien. Será un partido igualado. Sabemos muy bien que jugamos contra un equipo muy sólido que trabaja muy bien”.
“Va a ser un partido muy parejo”, aseguró Simeone. “Ellos tienen mejores jugadores individualmente, nosotros llegamos con una motivación importante y ellos con un deseo importante”.
Por si el azahar pudiera inclinar la balanza, el Madrid, por ejemplo, pidió volar a Lisboa con la misma tripulación de Iberia que llevó el equipo a Munich el día de la victoria por 4-0 en suelo alemán. La aerolínea española no dudó en conceder el deseo.
Al margen de incógnitas y supersticiones, la única baja segura, por sanción, es la del mediocampista Xabi Alonso, una de las piezas más importantes del Madrid. Ancelotti no ha desvelado quien sustituirá al español. Pero la plaza se la disputan el joven Asier Illarramendi y Sami Khedira, quien sale de una lesión de rodilla que lo marginó durante largo tiempo y apenas ha disputado algunos minutos esta temporada.
La victoria del Madrid culminaría el segundo proyecto de Florentino Pérez, iniciado en 2009, y en el que se calcula ha invertido más de 600 millones de dólares en fichajes. Para el Atlético sería un triunfo impredecible a principio de temporada e histórico, cuando se cumplen 40 años de su única final de Copa de Europa, que perdió contra el Bayern Munich.