NUEVA YORK (AP) — Alex Rodríguez entabló una demanda contra el béisbol de Grandes Ligas y su sindicato de peloteros en un intento por revertir la suspensión por dopaje que le impedirá jugar durante la próxima temporada.
Como parte de la demanda, radicada el lunes en una tribunal federal en Manhattan, Rodríguez difundió públicamente el contenido del fallo —de 33 páginas— emitido el sábado pasado por el juez de arbitraje Fredric Horowitz.
Horowitz dictaminó que habían “pruebas claras y contundentes” de que el tercera base de los Yanquis de Nueva York consumió tres sustancias prohibidas y que en dos oportunidades intentó obstruir la investigación de Grandes Ligas.
El árbitro redujo la suspensión original de 211 juegos, dispuesta por el comisionado Bud Selig en agosto pasado por quebrantar el reglamento antidopaje y el convenio laboral.
Horowitz, quien en la práctica presidió un panel de tres partes que incluyó a un representante de MLB (las iniciales en inglés de Grandes Ligas) y el gremio, dejó en 162 la cantidad de juegos de suspensión que Rodríguez deberá purgar en 2014, incluyendo la postemporada.
“Si bien se trata de una suspensión sin precedentes por su duración a un jugador de MLB, la infracción también lo es”, escribió Horowitz.
En la demanda, Rodríguez aseguró que el sindicato “abdicó por completó su responsabilidad de salvaguardar los derechos del Señor Rodríguez” y que “esta pasividad de la MLBPA (las iniciales del gremio) generó un clima en el que MLB se sintió libre de pisotear” la confidencialidad a la que Rodríguez tiene derecho.
Rodríguez pidió al tribunal que dictamine que MLB quebrantó sus acuerdos con el sindicato, que el gremio no cumplió con su deber de defenderle y anular el fallo de Horowitz.
Horowitz determinó que Rodriguez consumió testosterona, hormona de crecimiento humano y factor de crecimiento insulínico tipo 1 en 2010, 2011 y 2012, violando el Reglamento Antidopaje”.
“Evidencia directa de esas violaciones fue presentada mediante el testimonio de Anthony Bosch y corroborada con las libretas de apuntes de Bosch, los intercambios de BBMs (mensajes en Blackberry) entre Bosch y Rodríguez, e inferencias razonables que se sacaron de todo el conjunto de pruebas”, añadió Horowitz.
Aunque los ejemplares originales de las libretas fueron robadas, Horowitz convalidó las copias de los documentos como evidencia.
La demanda de Rodríguez acusa al gremio de actuar con “mala fe”, que su representación durante la audiencia “superficial a lo sumo” y les acusó de no reaccionar cuando MLB presentó una demanda ante un tribunal de Florida dentro de la pesquisa de la trama de dopaje de la clínica Biogenesis.
Sus abogados criticaron a Michael Weiner, el director ejecutivo del sindicato que en noviembre falleció víctima de un tumor cerebral, por haber indicado a mediados del año pasado que Rodríguez debería llegar a un acuerdo para recibir una sanción menor en caso que MLB le presentara un castigo con una duración aceptable.
“Lo que asegura no tiene ningún tipo de fundamento y vamos a defendernos sin contemplaciones”, declaró Tony Clark, el nuevo jefe del gremio. “El sindicato de peloteros ha defendido vigorosamente los derechos del Señor Rodríguez a la largo de la investigación de Biogenesis y a lo largo de toda su carrera. La denuncia del Señor Rodríguez de que el sindicato no supo defenderlo es indignante y sus innecesarios ataques contra nuestro previo director ejecutivo, Michael Weiner, no tienen perdón”.
Los abogados de Rodríguez señalaron que Horowitz “se parcializó” y que “se negó a aceptar pruebas que eran pertinentes”. Critican a Horowitz por haber rechazado el pedido de Rodríguez para que se designara a otro árbitro en el caso, no ordenar que Selig rindiera testimonio y permitir que Bosch recurriera a su derecho constitucional sobre autoincriminación al negarse a responder preguntas en el interrogatorio de la defensa.
El tres veces ganador del premio al jugador más valioso de la Liga Americana confesó hace tres años que se dopaba cuando jugó con Texas entre 2001-03, pero niega que consumió sustancias prohibidas desde entonces.
La investigación de MLB sobre Biogenesis, una clínica para combatir el envejecimiento, se puso en marcha tras la publicación de una serie de documentos en enero pasado en el diario Miami New Times.
Anthony Bosch, el director de la clínica, aceptó en junio colaborar con la pesquisa de MLB. La defensa de Rodríguez atacó su credibilidad en base a ese acuerdo, en el que MLB se encargó de cubrirle los gastos de sus abogados y seguridad.
“Los beneficios que Bosch recibió en base a ese acuerdo no involucró alicientes que el panel consideró impropios”, escribió Horowitz.
Horowitz indicó que Yuri Soucart, el primo de Rodríguez, fue quien le presentó al pelotero a Bosch. Soucart conoció a Bosch por medio de Jorge “Oggi” Velázquez.
“Contrario a lo asegurado por Rodríguez, lo que se planteó para cuestionar la credibilidad del testimonio de Bosch no refutó o socavó las conclusiones de las violaciones (al reglamento)”, escribió el árbitro.
Horowitz llegó a la conclusión que MLB tenía justificación al señalar violaciones del convenio laboral, puesto que Rodríguez “tuvo un papel activo al inducir a Bosh para que el 29 de enero desmintiera en público” las denuncias de dopaje e “intentó inducir a Bosch para que firmara una declaración jurada el 31 de mayo”, diciendo que nunca suministró sustancias al jugador.
Rodríguez no rindió testimonio en la apelación, marchándose de las audiencias luego que Horowitz se negó emplazar a Selig para que testificara.
Al determinar la duración del castigo, Horowitz citó un fallo de 2008 en la apelación que involucró a Neifi Pérez en la cual el árbitro Shyam Das dictaminó que “usos distintos (de sustancias) son objeto de sanciones distintas”. Dijo que al amparo de la normativa de sanciones para los resultados positivos, Rodríguez debía ser sometido a una suspensión de por lo menos 150 juegos por tres infracciones de 50 juegos. Pero Horowitz creyó que la sanción original de Selig fue muy severa.
“Una suspensión de una temporada satisface los fundamentos de causa justa de manera proporcional con la severidad de sus violaciones”, dijo el árbitro.
Horowitz descartó el argumento de Rodríguez de que la ausencia de un control positivo fuera prueba de la inocencia del pelotero.
“Se reconoce que Rodriguez dio negativo en 11 controles realizados por MLB entre 2010 y 2012. La aseveración de que Rodríguez hubiese dado positivo de haber consumido esas sustancias como se alega no es convincente. Sin importar lo avanzado del programa antidrogas de MLB, no existe un programa de controles que pueda detectar a cada jugador”, escribió Horowitz.
En el anuncio de la suspensión que Selig notificó a Rodríguez el 5 de agosto, el comisionado dijo que MLB investiga denuncias de que A-Rod recibió sustancias prohibidas en 2009 de parte del doctor Anthony Galea, quien en 2011 se declaró culpable ante una instancia federal de un delito de introducir fármacos no autorizados a Estados Unidos, procedentes de Canadá.
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Contenido de la demanda y fallo del juez de arbitraje:
http://hosted.ap.org/specials/interactives/_documents/ar_complaint.pdf .