FLORIANOPOLIS, Brazil (AP) — La FIFA no cejará en su deseo que las ciudades que albergarán partidos de la Copa Mundial de fútbol en Brasil organizan festivales al aire libre para los aficionados durante el torneo y advirtió que podría entablar recursos legales contra las sedes que renuncien al compromiso.
Cuando la ciudad de Recife, en el noreste de Brasil, anunció la semana pasada que no emplearía recursos de sus arcas oficiales para tener los denominados “fanfest”, el director de mercadotecnia de la FIFA, Thierry Weil, reaccionó asombrado. Los festivales permiten a los fanáticos, que no compraron entradas, ver los partidos de manera gratis en pantallas gigantes en zonas públicas.
En el marco del seminario realizado esta semana con los representantes de las 32 selecciones participantes del Mundial, Weill guarda esperanzas de que Recife replanteará su posición y que negociará para encontrar una solución.
Pero Weill advirtió que si el evento es cancelado, la FIFA considerará la medida como un incumplimiento del contrato.
“Si usted tiene un contrato firmado con una entidad y esa entidad no lo cumplen, se pueden tomar medidas legales contra ellos”, dijo Weil. “¿Qué si hemos analizado qué tipo de medida de legal podemos tomar? De momento no. Cuando veamos que es algo que no se va a cumplir, ahí veremos qué vamos a hacer. Estoy plenamente convencido de que las 12 ciudades tendrán un fanfest”.
Los fanfests se han convertido en la última preocupación de la FIFA en lo carrera contra el tiempo de Brasil tenerlo todo listo para el Mundial, cuando faltan cuatro meses para el partido inaugural el 12 de junio. Las demoras para completar las obras de construcción de los estadios y conflictos sobre la financiación sobresalen en la lista de problemas.
En cuanto a los fanfests, la FIFA cubre parte de los costos, como las pantallas gigantes. Aunque se mostró inclinada a reducir ciertos requisitos, la FIFA dejó en claro que no asumirá los costos que corresponden a los gobiernos locales.
“Si Recife quiere, vamos a sentarnos, lo analizaremos otra vez y podemos darle ayuda”, dijo Weill. “La FIFA no irá a Recife para negociar con ellos. No hay nada que negociar. Podemos ayudarles. Ojalá recapaciten y organicen el fanfest para sus ciudadanos. Tienen que saber que hay un contrato”.
Weill recordó que todas las ciudades brasileñas que querían ser parte del Mundial, luego que el país ganó la sede en 2007, pusieron énfasis en los fanfests.
Los festivales pasaron a ser parte oficial del torneo desde Alemania 2006, luego del gran éxito en los eventos públicos en Corea del Sur 2002. Según Weill, casi 24 millones de personas han acudido a los fanfests.