MADRID (AP) — Algeciras, municipio natal de Paco de Lucía, vivirá el viernes su noche más larga para despedir al célebre guitarrista español.
De Lucía falleció el martes (miércoles en España) en México a causa de un infarto. Tenía 66 años.
Se espera que el féretro con sus restos mortales llegue a España el viernes en un vuelo procedente de México. El cuerpo podría ser velado durante unas horas en Madrid, pero todavía no se ha concretado el lugar.
Posteriormente, el féretro será trasladado a Algeciras, en la región sur de Andalucía. El ayuntamiento albergará la capilla ardiente para un velatorio que se prevé multitudinario en la madrugada del viernes al sábado, dijo el alcalde José Ignacio Landaluce en un comunicado.
El funeral se celebrará en la parroquia de Nuestra Señora de la Palma de Algeciras sobre el mediodía del sábado. El entierro tendrá lugar en el cementerio viejo de la ciudad en la más estricta intimidad por expreso deseo de la familia, agregó Landaluce.
Paco de Lucía es considerado como uno de los mayores virtuosos de la guitarra española y un revolucionario del flamenco. Su inesperada muerte mientras disfrutaba de unas vacaciones en el Caribe mexicano provocó un terremoto en el mundo de la cultura.
La fotografía del artista copaba el jueves la portada de todos los periódicos españoles sin excepción. El diario El Mundo tituló “Adiós al genio humilde”, mientras que ABC dijo “Un pellizco al alma de España”.
El ayuntamiento de Madrid anunció que una nueva estación de su red de metro llevará el nombre de Paco de Lucía.
Artista de fama mundial, De Lucía trabajó como acompañante al cantaor Camarón de la Isla (1950-1992) en una de las uniones más celebradas de la historia del flamenco.
El guitarrista mezcló el estilo más puro con la música popular, el jazz y la salsa. También es reconocido por haber incorporado el cajón peruano a la música internacional.
Modernizó algunas estructuras básicas de la actuación flamenca, con cuadros de seis artistas —incluidos instrumentos como el bajo, el saxofón y la batería— y no dos, como era tradicional. Y versionó obras de música clásica como el “Concierto de Aranjuez”, del maestro Joaquín Rodrigo.
Cuentan los que le vieron actuar que era imposible no emocionarse con su talento y la forma que tenía de rasgar las seis cuerdas. Guitarristas como Eric Clapton y Mark Knopfler, de Dire Straits, mostraron reiteradamente en público su admiración por el genio español.