Soldados con traumas pueden ser más violentos

LONDRES (AP) — Los jóvenes que han servido en las fuerzas armadas británicas tienen tres veces más probabilidades que los civiles de haber cometido un delito violento, indicaron investigadores el viernes en un estudio que explora las raíces de tal comportamiento.

Las investigaciones concluyeron que el simple hecho de haber sido enviado a Irak o Afganistán no influye en el índice de delitos violentos cometidos más adelante. Pero un factor clave fue el comportamiento violento antes de alistarse. La participación en combates también hizo aumentar el riesgo, al igual que ser testigo de hechos traumáticos durante el tiempo en el frente o el exceso de alcohol después.

Sin embargo, la gran mayoría —94%— del personal militar británico que regresa después de servir en una zona de combate no comete ningún delito, informaron los investigadores durante una sesión con la prensa.

El estudio encontró poca diferencia entre el índice de delitos violentos del personal militar y la población civil a los 46 años, 11% frente a casi 9%. Sin embargo, en el caso de los hombres jóvenes, estar en las fuerzas armadas pareció marcar una diferencia: casi 21% del grupo militar menor de 30 años había sido condenado por un delito violento en comparación con menos de 7% de los hombres de edad similar en la población general, según estadísticas británicas de delitos.

“El problema es que algunas de las cualidades que uno desea en los soldados son las mismas que llevan al arresto de una persona por comportamiento violento”, dijo Walter Busuttil, director de Servicios Médicos de Combat Stress, una entidad británica sin fines de lucro que ayuda a los veteranos de guerra y que no participó en el estudio. Busuttil dijo que muchos de los reclutados por el ejército son personas de segmentos desaventajados de la población donde la violencia es más común.

Los resultados de la investigación se publicaron el viernes en internet en la revista médica Lancet. Los investigadores del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres estudiaron información de más de 13.800 militares y veteranos de guerra británicos y la compararon con las cifras de delitos violentos, que van desde amenazas verbales hasta agresión y homicidio. A algunas personas se les hizo un seguimiento por un máximo de siete años. Se incluyeron casi 1.500 mujeres, aunque la mayoría no participó en combate.

Deirdre MacManus, autora principal del estudio, dijo que la experiencia en combate parecía ser importante cuando se la comparaba con el índice de delitos violentos entre el personal militar.

“Ser enviado al frente no es en sí un factor de riesgo, pero estar expuesto a traumas múltiples, como por ejemplo ver a alguien herido de bala, aumentó el riesgo en 70% u 80”, dijo, en comparación con alguien que no había sido testigo de algo tan violento.

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En línea:

http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(12)60354-2/abstract

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