Primero fueron los restaurantes y parques y ahora, la ciudad tiene un plan para hacer que la gente también deje de fumar en sus apartamentos.
Se les ha pedido a grupos comunitarios que traten de convencer a los dueños de edificios de que voluntariamente prohíban fumar.
Según un documento de la Sociedad del Departamento de Salud “Para una Nueva York más saludable” los llamados “contratistas vecinales” le pedirían a los administradores de propiedades e inquilinos ayudar a acabar con el hábito de fumar en sus propios edificios.
Los grupos recibirán hasta $10.000 dólares por ayudar.
Una portavoz del alcalde Bloomberg dijo que la ciudad no está tratando de prohibir fumar en las viviendas particulares.
Más bien dice que los grupos de la comunidad pueden solicitar dinero para ayudar a financiar proyectos como campañas de educación para hacer los apartamentos libres de humo.