El gobierno del presidente Barack Obama alivió significativamente el embargo estadounidense sobre Cuba, al anunciar que a partir de este viernes se flexibilizarán las restricciones sobre el comercio, las inversiones y los viajes a la isla.
Con las nuevas normas, los estadounidenses podrán usar sus tarjetas de crédito en Cuba y traer de regreso pequeñas cantidades de puros habanos después de una prohibición de medio siglo.
El anuncio este jueves de las nuevas normas de los departamentos del Tesoro y Comercio es un paso más en el ambicioso objetivo de Obama de restablecer las relaciones diplomáticas con el gobierno de Cuba.
Hace tres días, Estados Unidos confirmó que el gobierno cubano cumplió su promesa de liberar a 53 presos políticos.
Las nuevas medidas permiten a las compañías estadounidenses exportar tecnologías telefónicas, informáticas y de internet. Se permiten inversiones en pequeñas empresas. El turismo sigue prohibido, pero los estadounidenses autorizados a viajar a Cuba ya no necesitarán permisos especiales.
A partir de este viernes, las compañías estadounidenses podrán exportar teléfonos celulares, televisores, memorias, grabadoras, computadoras y software a un país notoriamente pobre en infraestructura para internet y telecomunicaciones.
Los estadounidenses pueden viajar a Cuba por razones familiares, asuntos oficiales, periodismo, investigación, educación, actividades religiosas u otros motivos tendrán un permiso general y no necesitarán pedir una licencia especial.
Las remesas a familiares en Cuba se elevarán de 2.000 dólares al año a 8.000 dólares. Los estadounidenses podrán traer de Cuba productos alcohólicos y de tabaco por valor de 100 dólares y de otros bienes por 400 dólares en total.