EEUU: Negros votaron más que blancos en 2012

WASHINGTON (AP) — Los estadounidenses de raza negra votaron en mayor proporción que otros grupos demográficos minoritarios en las elecciones de 2012 y sobrepasaron por primera vez la participación de los votantes blancos, lo que refleja una elección presidencial altamente polarizada en la que los negros apoyaron con fuerza a Barack Obama mientras que muchos blancos no asistieron a las urnas.

Si la población hubiese votado en noviembre pasado de la misma manera que en 2004, cuando la participación de los votantes negros estaba por debajo de sus actuales niveles históricos, el republicano Mitt Romney hubiera ganado por un margen estrecho, según un análisis de The Associated Press.

La información del Censo y las encuestas a boca de urna muestran que los blancos y negros seguirán siendo los dos mayores grupos raciales de electores durante el próximo decenio. La alta participación de los negros el año pasado ocurrió a pesar de preocupaciones sobre el efecto de nuevas leyes de identificación de electores sobre la asistencia de las minorías a las urnas, que cedió al peso del deseo de reelegir al primer presidente negro del país.

Aunque los hispanos son ahora el mayor impulsor del crecimiento demográfico de Estados Unidos, todavía marchan detrás de negros y blancos en la asistencia a las urnas y en peso electoral, porque muchos de los hispanos que viven en el país son menores de edad o no están naturalizados.

William H. Frey, demógrafo de la Institución Brookings, analizó las elecciones de 2012 a pedido de la AP usando información del Censo sobre electores elegibles y asistencia a las urnas, conjuntamente con encuestas a boca de urna en noviembre. Frey calculó el total de votos para Obama y Romney en condiciones en que el índice de asistencia de todos los grupos raciales fuera igual al de 2004. En general, la asistencia a las urnas en 2012 fue aproximadamente de 58%, una baja en comparación con 62% en 2008 y 60% en 2004.

El análisis también usó proyecciones demográficas para calcular la cantidad de electores por grupo racial hasta 2030. Esas cifras fueron apoyadas por material del Centro Pew de Investigaciones y de Michael McDonald, profesor adjunto de la Universidad George Mason, un líder en el campo de la asistencia a las urnas que analizó por separado los niveles participación electoral agregada en todos los estados, así como entrevistas realizadas por la AP a la Oficina del Censo y otros expertos. La Oficina del Censo tiene programado dar a conocer en mayo la información sobre la participación de electores.

En general, las conclusiones representan un punto de inflexión para los estadounidenses de raza negra, quienes durante buena parte de la historia del país no tuvieron derechos y después no pudieron votar hasta que se aprobó la Ley de Derechos Electorales de 1965.

En semanas recientes, líderes republicanos han exhortado a desarrollar un programa permanente para atraer a los votantes de minorías, a la vez que describen un futuro incierto si el partido no logra ampliar su base de apoyo más allá de los hombres blancos.

La información de 2012 sugiere que Romney fue un candidato republicano particularmente débil, incapaz de motivar a los electores blancos, y mucho menos ganarse un apoyo significativo del electorado hispano y afroamericano. El atractivo personal de Obama y la lentitud de la recuperación económica ayudaron a superar las dudas y alentar a los electores de minorías a votar en números récord, algo que quizás los demócratas no puedan repetir pronto.

Romney habría borrado los casi 5 millones de votos que le dieron la victoria a Obama y habría ganado el voto popular si los electores hubiesen asistido a las urnas como en 2004, según el análisis de Frey. En 2004 la asistencia a las urnas de los blancos fue ligeramente mayor y el voto afroamericano menor.

Más importante aún, los estados decisivos de Ohio, Pennsylvania, Virginia, Florida y Colorado se hubieran inclinado por Romney, entregándole la presidencia si los resultados en los demás estados no cambiaban.

“El índice de participación de electores en 2012 fue un hito para los negros y un punto de inflexión de enorme potencial”, dijo Andra Gillespie, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Emory que ha escrito extensamente sobre los políticos de raza negra. “Lo que eso sugiere es que existe un ‘efecto Obama’ por el cual la gente estaba motivada por apoyar a Barack Obama. Pero también significa que la asistencia a las urnas de los negros quizás no sea siempre tan elevada, si las elecciones del futuro no resultan tan importantes”.

Whit Ayres, asesor del Partido Republicano que asesora al senador Marco Rubio, republicano por la Florida, posible candidato a las elecciones presidenciales de 2016, afirma que los comicios del año pasado reafirmaron que el Partido Republicano necesita “un nuevo mensaje, un nuevo mensajero y un nuevo tono”. No hace falta que los cambios dentro del partido sean “absolutos”, dijo Ayres, pero los cambios de política como el apoyo republicano a una reforma integral de la inmigración será importante para atraer a las minorías a largo plazo.

“Todavía está por verse hasta dónde pueden llegar los demócratas si no tienen a Obama de candidato”, dijo.

Las cifras muestran cómo el crecimiento demográfico se traducirá en cambios en quién vota en el próximo decenio:

— La diferencia en la asistencia a las urnas entre los blancos no hispanos y los negros no hispanos en 2008 es la menor hasta el momento, con 66,1% y 65,2% respectivamente; en el caso de los hispanos y los asiáticos no hispanos, fueron de 50% y 47% respectivamente. Cálculos aproximados sugieren que en 2012, entre 2 millones y 5 millones de electores blancos menos votaron en comparación con 2008, aunque la cantidad de votantes blancos había aumentado.

— A diferencia de otras minorías, el aumento en la votación de la población de raza negra, que crece con lentitud, se debe a una mayor asistencia a las urnas. Aunque los negros conforman el 12% del padrón electoral, representaron 13% del total de votos emitidos en 2012, según encuestas a boca de urna. Fue una repetición de lo ocurrido en 2008, cuando loa afroamericanos votaron más de lo que representaba su proporción del padrón por primera vez.

— Los hispanos constituyen 17% de la población, pero sólo 11% del padrón electoral, debido a una edad media menor y a un bajo índice de naturalización e inscripción electoral. Debido a la baja participación en las urnas, representaron sólo 10% de los votos emitidos en 2012. A pesar de su rápido crecimiento, no se proyecta que los hispanos superen la cuota de electores afroamericanos sino hasta después de 2024, cuando cada grupo tendrá aproximadamente 13%. Para entonces, 1 de cada 3 electores será de una minoría.

— En 2026, la cuota total de electores hispanos pudiera aumentar a un máximo de 16%, si casi 11 millones de inmigrantes sin autorización para vivir en el país se naturalizan. Según un proyecto de ley presentado en el Senado, esos inmigrantes demorarían unos 13 años en naturalizarse. La cuota de electores blancos pudiera reducirse a menos de 64% en esas condiciones. Aproximadamente 80% de los inmigrantes que viven en el país sin autorización, equivalentes a 8,8 millones, son hispanos, aunque no todos cumplirán los requisitos adicionales para naturalizarse.

“Las elecciones de 2008 fueron la primera vez que los votos de minorías tuvieron peso en la elección del presidente. Para 2024, su voto será esencial para la victoria”, dijo Frey. “Los demócratas podrán contar con una victoria abrumadora en 2028 si los nuevos electores hispanos siguen favoreciendo a ese partido”.

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La directora de Encuestas, Jennifer Agiesta, y el especialista en Encuestas Noticiosas, Dennis Junius, de The Associated Press, contribuyeron a este despacho.
Associated Press

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